Un plato sencillo y delicioso. Puedes acompañar con unas patatas fritas o al horno, o simplemente con un buen pan para mojar. Si no te gusta la textura de la cebolla en la salsa puedes pasarla por la batidora y después añadir las albóndigas.
INGREDIENTES:
- 300gr de pechuga de pollo picada.
- Ajo en polvo.
- Cebolla en polvo.
- Perejil seco.
- 2 Cucharaditas de salsa Perrins.
- Medio limón.
- 3 Cucharadas soperas de pan rallado.
- 1 Huevo mediano.
- Dos rebanadas de pan de molde.
- Un poco de leche.
- Sal y pimienta.
- Canela molida.
- Un poco de harina.
- Una cebolla pequeña.
- 200ml de vino blanco.
- 100ml de agua.
TIEMPO: 45min.
PREPARACIÓN:
Pon las dos rebanadas de pan de molde en un plato a remojo con la leche. En un bol echa la carne picada de pollo.
Añade a la carne el huevo, una cucharadita de ajo en polvo, una cucharadita de cebolla en polvo, perejil seco, sal, pimienta, un poco de canela, un chorrito de limón (con cuidado de que no caigan huesos), una cucharadita de salsa perrins y el pan de molde escurrido en trocitos pequeños. Mezcla bien y mételo en la nevera 15 minutos.
Pasado ese tiempo dale forma a las albóndigas (con éstas cantidades salen 12 unidades) y pásalas ligeramente por un poco de harina. Pon a calentar una sartén con tres cucharadas de aceite y dora las albóndigas. Cuando estén doradas, pero no demasiado hechas, ponlas en un plato y reserva.
En el mismo aceite dora la cebolla picada, después añade las albóndigas, el vino blanco y el agua. Rectifica de sal y pimienta, espolvorea un poco de perejil seco y añade una cucharadita de salsa perrins.
Deja la sartén tapada a fuego lento durante 20 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que la salsa espese y reduzca un poco. Ya están listas para servir. ¡Que aproveche!
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